jueves, 29 de julio de 2010

La última salida - Masacrado por Amber

En un futuro no muy lejano, el incremento de la población y el crímen, tendrá como consecuencia una masificación carcelaria insostenible. La sociedad no tendrá espacio físico para encerrar a los criminales y se buscarán soluciones.
La primera solución será llamada “La venganza de los caidos”. En ella los familiares o amigos de las víctimas, podrán contratar los servicios de otros presos y así castigar, torturar y/o matar al criminal deseado en la misma cárcel.
La segunda solución se llamará “La última salida”, y los presos podrán solicitar acceso a dicha prueba, en la que un combate a muerte contra una amazona decidirá su libertad. Además, dicha solución genera ingresos publicitarios, ya que las televisiones trasmiten las peleas consiguiendo un gran índice de audiencia, convirtiéndolo en un evento muy popular.

No tenía otra salida, en la cárcel lo buscaban para aplicarle “La venganza de los caidos”, casi había muerto atacado por su propio compañero de celda. Sólo le quedaba esta opción, enfrentarse a la “última salida”, deseando que la suerte le sonriera con una rival no hyper-desarrollada. Al menos aquí podía luchar por su vida. Tenía pocas opciones pero tenía que intentarlo.

El ruido del público al acceder a la jaula era ensordecedor y las tribunas estaban llenas hasta los topes. Se ubicó en su esquina y esperó nervioso que su rival fuera presentada. Cerró los ojos y rezó para tener suerte.

Los focos se encendieron y el volumen aumentó. El presentador del combate apareció en su zona segura y presentó el combate.

-Esta noche se enfrentará a la “Última salida”... ¡Tom Vigo!, encarcelado por robar y violar. Tom mide 1.80 metros de altura y 75 kilos de peso. La amazona elegida a sido.... ¡AMBER!- Señaló una de las esquinas mientras los focos se movían freneticamente y aparecía la oscura silueta de la rival.

Tom conocía ese nombre y ya la había visto en anteriores “masacres”, ya que es lo que aquella amazona hacía: masacraba a sus víctimas brutal y cruelmente. Recordaba bien algunas actuaciones, sus rodillas empezaron a temblar al recordar imágenes de anteriores “peleas”. No había tenido suerte, aquella era la peor de las cartas que le podía haber tocado.

-¡2.10 metros de amazona hyperdesarrolada. Ha seguido tratamientos de endurecimiento y crecimiento, consiguiendo un cuerpo denso e inmejorable. 130 Kilos de pura musculatura genéticamente reforzada!-

La oscura silueta se acercaba, definiendo cada vez más su forma y tamaño. Tom tragó saliba y todas sus esperanzas se evaporaron al ver a Amber en toda su magnificencia posando para el público. Amber apareció medio desnuda, un ajustado short era toda la ropa que cubría su cuerpo, dejando sus enromes pechos al aire. Amber flexionó sus músculos y mostró su poder.

Tom la miró de arriba a abajo, incapaz de creer que Amber fuera real. Aquella mujer pesaba casi el doble que él y era toda puro músculo, tetas y culo. Sus venas estaban marcadas contra su piel a causa de la fortaleza inhumana de sus músculos. Su torso era grande y profundo, sus hombros anchos, definidos y tonificados. Sus enormes pechos (como cabezas) desafiaban las leyes de la gravedad y se mostraban erguidos (al igual que los pezones). Sus abdominales estaban definidos por 8 parcelas de poderosos músculos y sus piernas eran duras como piedras y estaban formadas por capas de músculos.

Aquello empezó antes de que Tom se diera cuenta. Continuaba embobado mirando aquella montaña de poder y no escuchó la campana que indicaba el inicio del combate. Amber se acercó hacia Tom, moviendo sus caderas y mostrando un caminar sensual. Se detuvo frente a él con los puños apoyados en sus caderas y una sonrisa cruel dibujada en sus labios.

La diferencia física era tremenda, frente a la cara de Tom se balanceaban los pechos desnudos de Amber y sus erguidos pezones eran grandes como dedos. Miró los brazos de su rival y constató que ella tenía más fuerza en los brazos que él en sus piernas. No tenía ninguna posibilidad.

Amber agarró a Tom del cuello con una mano y levantó su cuerpo casi sin esfuerzo. Tom, instintivamente se agarró del brazo de la amazona, intentando aliviar la presión sobre su cuello y no pudo creer la dureza de aquellos músculos, eran exageradamente duros y grandes, usando sus dos manos era incapaz de mover uno sólo de aquellos dedos.

Amber paseó por el ring, sujetando a su rival con una sola mano y mostrándolo a las cámaras como si fuera un trofeo. Él, incapaz de respirar continuaba luchando para abrir aquella mano que le robaba la vida.

Con la mano libre, Amber arrancó los boxers del cuerpo de Tom, dejándolo totalmente desnudo y humillado, luego lo agarró de entre las piernas y flexionó su brazos, levantando a la víctima sobre su cabeza mientras continuaba paseando triunfante por el Ring.

Antes de que se desmayara a causa de la falta de oxígeno, la amazona lanzó con fuerza el cuerpo de Tom contra el suelo. El golpe fue tremendo y él se revolvió por el suelo a causa del dolor.

Lo agarró del pelo y lo puso de pie frente a ella y, sin soltarlo, lo apretó en su escote y empezó a menear su torso furiosamente, haciendo que sus enormes pechos golpeasen la cara del criminal. Los golpes abrían heridas y la sangre saltaba en todas direcciones. En pocos segundos, y de una manera humillante, Amber le había partido la cara, roto la nariz y echo saltar varios dientes.

Amber disfrutaba con su trabajo, y su coño palpitaba de excitación al ver a aquel hombre indefenso y destrozado entre sus enormes pechos de mujer. Ninguna actividad la hacía sentir tan bien. Disfrutaba golpeando aquellos cuerpos y cuánto más agresiva y cruel era, mayor era su excitación y placer.

Reubicó la cabeza frente a uno de sus enormes, erguidos y duros pezones y él, chupó y lamió aquel pezón, intentando generar placer en la amazona y así conseguir de ella un sentimiento de compasión hacia él. Amber no funcionaba así.

Colocó las manos en su nuca y tiró de él, aplastando su cara contra el pecho. Tom notó como su boca se llenaba de teta y su mandíbula se abría y se abría bajo la presión de aquella enorme mujer. Intentó luchar mordiendo la carne que invadía su boca pero aquella carne era más dura de lo que él esperaba y no consiguió clavar sus dientes. Amber continuó introduciendo su enorme pecho en la boca de Tom, causando que la mandíbula se abriera hasta su límite y, hasta que no oyó el crujir de la mandíbula no dejó de presionar.

Una explosión de placer inundó su cuerpo cuando oyó el crujir de sus huesos y sus ahogados quejidos. Excitada, cogió su cabeza con ambas manos y lo levantó, llevándolo hacia su boca. Lo besó agresiva, introduciendo su lengua y mordiendo la boca. Le arrancó un trozo de labio de un mordisco y lo masticó con lujuría mientras Tom luchaba por liberarse de aquella tortura. Ella continuo besando y mordiendo la cara de Tom, arrancando trozos de carne con sus dientes mientras la excitación crecía en su poderoso cuerpo. Se estaba comiendo literalmente la boca de Tom y él no podía hacer nada para evitarlo.

Él luchaba golpeando con furia el cuerpo de la amazona mientras ella “le comía la boca”, pero era como golpear una montaña. Sus nudillos crujían y golpeba con furia pero ella parecía ni notarlo.

Lo soltó de repente y Tom cayó al suelo como un saco de patatas. El dolor que sentía era sobrehumano y tenía la cara destrozada. La sangre brotaba y su dislocada mandíbula impedía que pudiera cerra la boca. Sus labios y mofletes habían desaparecido, creando una faz difícil de entender.

Frente a él, Amber lo miraba con las manos en las caderas y un reguero de sangre desizándose en su boca. Tom intentó suplicar clemencia pero, tras tal paliza, sólo consiguió generar un grutural sonido que no significaba nada. Amber sonrió al ver el terror en los ojos de aquel hombre, se estaba excitando más..

-Quítame los Shorts- ordenó la amazona con la misma expresión. Tom se lanzó a cumplir los deseos de Amber y le quitó los Shorts, dejándola desnuda. Ella tenía las piernas abiertas, agarró de la muñeca un brazo de Tom y lo llevó directamente entre sus piernas. Primero introdujo un dedo en su húmedo agujero del placer. Luego dos, tres, cuatro y finalmente la mano de Tom estaba dentro de la mujer y ella gozaba de placer. Amber continuó tirando de aquel brazo, hundiéndolo profundamente en su ser. Los ojos de Tom se abrieron como platos al comprobar que estaba metido hasta el codo.

Amber usó aquel brazo como consolador personal. Los movimientos eran cada vez más agresivos, ella disfrutaba y el orgasmo se acercaba, Tom podía notar como los músculos de aquella mujer se endurecían y relajaban mientras usaba su brazo para propia satisfacción sexual. El dolor aumentó y Tom notó como la mujer gritaba de placer, llevada por un tremendo orgasmo mientras los músculos se cerraban con fuerza alrededor de su brazo.

Aterrado intentó liberar su brazo y sacarlo antes de que la presión aumentara. Fue inútil, no consiguió moverlo y la presión aumentaba, sus gritos se mezclaron con las carcajadas de Amber cuando sus huesos empezaron a crujir y romperse dentro de la mujer.

Amber apretó los dientes y aplicó toda su fuerza, los músculos de su coño trituraron los huesos del brazo, destrozándolo mientras Tom gritaba de dolor. Se relajó y Tom pudo liberar lo que una vez fue su brazo, convertido en una masa deforme y sangrante bajo la excitada mirada de la amazona.

El público gritaba excitado mientras disfrutaba del espectáculo. Era la primera vez que se veía tal nivel de agresividad. Amber había alcanzado niveles inimaginables gracias a la evolución de la ciencia. Ella era un especimen totalmente modificado para tal finalidad.

Empujó a Tom y se sentó sobre su pecho con las piernas abiertas y su dilatado coño a poco centímetros de lo que quedaba desu cara. Él notó como su pecho se hundía bajo el peso de la amazona y como sus costillas crujían incapaces de sostenerla. Lo cogió del pelo y hundió su cara en su hambriento coño, la falta de carne en su cara permitió que pudiera introducir la lengua del hombre profundamente en su ser.

Se frotó contra su cara, usándola para alimentar su placer. En pocos minutos se corrió de nuevo salvajemente y un potente chorro de fluidos cayó sobre la cara del criminal. Lo obligó a introducir la lengua profundamente en su ser.

Tom lamió mientras ella continuaba corriéndose sobre su cara y los fluidos descendían por su garganta. Antes de liberarlo, Amber rodeó su lengua con su musculado coño y apartó con fuerza la cabeza de entre sus piernas, arrancándole la lengua. Luego la masticó y se la comió frente a la mirada del criminal.

Amber sólo había usado su boca, sus pechos y su coño, todavía no había “golpeado” a Tom y él ya estaba medio muerto. No le quedaba cara, uno de sus brazos estaba destrozado y tenía varias costillas rotas. Se retorcía de dolor a causa de las múltiples heridas que la amazona le había generado sólo con sus zonas más sexuales. Ella todavía disfrutaba de las sensaciones generadas por los orgasmos que había tenido.

Amber se levantó y abrió sus piernas. Tom miró a aquella mujer y ella liberó su vejiga, meándose sobre la cara (o lo que quedaba de ella) de su rival. Aquellas demostraciones de poder y humillación, alimentaban la excitación de la amazona qué disfrutaba mostrando su superioridad y humillando a sus víctimas.

Levantó el cuerpo del criminal y lo abrazó con fuerza, aplastando su cuerpo contra sus músculos, los huesos de Tom se rompían bajo aquella presión mientras Amber disfrutaba de su poder. La amazona jugó con el cuerpo del criminal, retorciendo su cuerpo y aplastando sus huesos contra su fornido cuerpo, no paró hasta que todos y cada uno de sus huesos hubieron crujido entre sus músculos.

Abrió bien la boca e introdujo la polla de Tom entre sus labios. Tom se retorcía de dolor mientras los dientes de Amber se cerraban con fuerza, arrancandole su símbolo de masculinidad. Liberó su cuerpo que se estrelló contra el suelo. Tom pudo ver como la sádica luchadora masticaba y engullía lo que hacía unos minutos era su miembro viril. No satisfecha con ello, aplastó el cuerpo de Tom bajo uno de sus pies y le arrancó los testículos con una de sus manos.

El dolor era tremendo pero no podía moverse. Los daños que su cuerpo tenía eran mortales y sus músculos y nervios ya no estaban conectados a su cerebro. Inválido e indefenso, no pudo hacer nada para evitar que Amber fuese arrancando y engullendo partes de su cuerpo. La sangre escapaba por múltiples heridas. Hacía rato que estaba muerto, desde el momento que subió al Ring.

Amber agarró lo que quedaba de su cuerpo y lo paseó orgullosa por el Ring, mostrando su trabajo. Él todavía seguía vivo cuando, con un rápido movimiento, le atravesó el pecho y le arrancó el corazón. Tardó segundos en morir. El tiempo suficiente para ver como su asesina aplastaba el corazón con la mano y se bebía su sangre todavía caliente.

FIN.

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