martes, 17 de noviembre de 2009

El orfanato desconocido (parte 1)

Toni rápidamente se dio cuenta que aquel lugar no era normal, a sus 17 años había recorrido multitud de centros (orfanatos y reformatorios). Teóricamente aquello era un orfanato pero... la oscuridad y soledad existente en aquellos pasillos le hacía sentir más miedo que cualquier edificio que hubiera visitado.

Lo habían llevado a una sala, una sala pequeña y con poco mobiliario. En ella sólo había una mesa, dos sillas y un espejo gigante en una de las paredes. Le recordó a una de aquellas salas de interrogatorios que suelen verse en las películas. Mientras esperaba agudizó el oído pero no pudo escuchar ningún sonido, aquel era el orfanato más siniestro y silencioso del mundo.

Minutos después, la puerta de la sala se abrió y Toni vió como entraba la mujer más sensual e increíble que nunca había visto. Rubia, con los ojos azules y una piel clara y perfecta. Se le puso la polla bien dura al ver el escote de aquella mujer tan grande y generoso. Se imaginó hundiendo la cabeza entre esos pechos mientras la perforaba con su dura herramienta. Desde que había llegado a aquel lugar sólo había visto mujeres jóvenes, bellezas increíbles con cuerpos de ensueño. ¿Estaría soñando? ¿Qué era aquel lugar del que no había oído nunca hablar?

Ella vestía una especie de traje que recordaba al uniforme de una enfemera, blanco y con botones. La bata dejaba ver unas piernas largas y preciosas, definidas y de brillante piel. Unos zapatos rojos de tacón alto remataban su sensualidad y belleza. Aquello no era normal, en aquel orfanato sólo había mujeres increíblemente sensuales, su polla latía dolorosamente entre sus piernas deseando explotar.

La mujer pasó algunas ojas de la documentación que llevaba y miró a Toni, él pudo notar como los ojos de aquella belleza lo desnudaban entero mientras recorrían cada centímetro de su cuerpo. Al finalizar su escaneo, la mujer mordisqueó el lápiz sensualmente mientras volvía su mirada a la documentación que tenía en sus manos. Toni creyó notar como los pezones de aquella mujer se marcaban duros tras repasarlo con la mirada.

-Toni Gómez ¿verdad?- preguntó ella despreocupada mientras continuaba mirando la documentación. Toni no podía responder, la sensualidad de aquella voz lo había dejado sin palabras, además: estaba amordazado y sólo podía emitir gruñidos.

-Grrrmmmmph- respondió Toni incapaz de articular cualquier palabra.

-¡Oh! ¿te han atado y amordazado?- lentamente se acercó a él y Toni descubrió como la belleza y sensualidad de aquella mujer crecía paso a paso, notó su perfume y disfrutó con sus movimientos sensuales. Su polla todavía crecía con más deseo.

Al inclinarse frente a él para desatar la mordaza, Toni pudo ver su escote acercarse a su cara, aquellas preciosas tetas se apretaban, parecían incómodas encerradas en aquella bata, en cualquier momento podrían salirse. Su polla continuaba latiendo excitada.

Notó un gran alivio cuando le quitó la mordaza, tenía parte de la boca dormida pero su polla continuaba dura como una piedra y sus manos continuaban esposadas a su espalda.

-¿Mejor así?- preguntó ella de nuevo. Su voz sexy, sus movimientos sensuales, aquellos labios carnosos mordisqueando con vicio aquel lápiz mientras sus pechos luchaban por escapar de aquella bata con los pezones erguidos. Toni sentía dolor, su excitación era total y aquella mujer lo estaba poniendo todavía más cachondo, seguro que lo hacía queriendo.

-Mejor si me desatas del todo y me chupas la polla, ¿no?- respondió Toni cuando se sintió de nuevo la boca. Ante su sorpresa, aquella mujer le sonrió y se situó a su espalda. Lo liberó de sus esposas y le permitió levantarse.

Toni se levantó entre fascinado y sorprendido al notarse desatado y liberado. Se dio la vuelta vio aquella mujer arrodillada a sus pies, su polla continuaba dura y erguida. Su excitación y sorpresa aumentó al observar como la rubia le desabrochaba los pantalones y engullía su polla con maestría. Los ojos de Toni se volvieron blancos de placer mientras Raquel chupaba con experiencia aquella polla joven y excitada.

Segundos más tarde, Toni notó como explotaba en la boca de aquella mujer y se sorprendió todavía más al notar como aquella mujer continuaba chupando con maestría mientras tragaba su semen con rapidez. Raquel continuó chupando y tragando hasta que la polla de Toni quedó flácida, entonces ella lo miró directamente a los ojos con expresión ardiente.

-¡Oh Diós ha sido genial!- indicó Toni. -Eres una zorrita con experiencia- agregó cuando sus miradas se encontraron. -Luego tal vez te permita volver a chuparla- dijo mientras se cubría de nuevo con su ropa interior. Raquel lo impidió y volvió a bajarle los calzoncillos.

-¡Eh! ¿Qué coño haces?- Toni intentó volver a taparse con su ropa, pero ella le inmovilizó los brazos en sus costados cogiéndolo fuertemente de las muñecas. Toni, asustado se sintió impotente al ver como aquella mujer lo miraba ardiente mientras inmovilizaba sus brazos y piernas. Toni luchó por escapar pero no podía, ella lo tenía rodeado y no lograba moverse.

-¡Más!- susurró ardiente ella antes de volver a jugar con su polla. Él luchó por liberarse pero la lengua de aquella mujer tenía más poder sobre su polla que él. En segundos su falo volvía a estar duro y preparado entre aquellos labios, al rato se sintió de nuevo en la gloria y se dejó llevar. Aquella belleza le chupaba la polla magistralmente, esta vez era más agresiva y Toni no lograba disfrutar tanto pero se corrió de nuevo.

Intentó apartarse al finalizar, pero no pudo, empezó a sentirse asustado y frustrado al descubrirse indefenso en las manos de aquella mujer que le chupaba la polla con un deseo enfermizo. Parecía que ella era más fuerte que él, había intentado con todas sus fuerzas liberarse pero no había conseguido moverse ni un milímetro. Sus muñecas le ardían de dolor bajo la presión de aquellas manos femeninas pero firmes.

Toni no pudo evitar correrse de nuevo mientras su cuerpo temblaba de miedo y placer, Raquel lo mantenía agarrado de sus muñecas, sosteniéndolo quieto mientras, con su lengua, recorría y absorvía cada centímetro de aquella polla dura y sabrosa.

-Basta ¡oh! no puedo más, suéltame- Raquel sonrió al oír las súplicas del muchacho.

-¿No querías que te chupara la polla pequeñín?- respondió con aquella voz tan sensual y provocadora. Toni tembló al descubrir su mirada penetrante y ardiente. Luchó por liberarse, pero al igual que antes no consiguió moverse ni un pelo, sus lágrimas resbalaban por sus mejillas mientras se notaba violado. -Por favor, basta- suplicó entre lágrimas tras correrse de nuevo.

-¡Te la voy a chupar hasta que sangre!- respondió ella mientras miraba fijamente a los ojos de su "presa". Raquel no pudo evitar reirse a carcajadas cuando notó el terror en los ojos del muchacho.

-La quiero dura- susurró ella antes de cerrar los ojos y volver a absorber la polla de Toni entre sus labios. Se sorprendió al descubrir su polla de nuevo dura y lista en la boca de aquella mujer, él no quería... pero no podía hacer nada, aquella mujer controlaba su sexo. Toni lloró como un niño cuando notó impotente como se corría de nuevo y como aquella hermosura de mujer sensual y erótica, tragaba, chupaba y absorbía con fuerza su leche, causando en él un gran dolor.

Toni se corrió multitud de veces en la boca de aquella mujer mientras lloraba desconsolado e impotente, su sueño de ver a aquella belleza chuparle la polla, se había convertido en una pesadilla. Hacía rato que no disfrutaba, todo lo contrario: le dolían los huevos y sentía su polla tremendamente irritada. A todo ello había que sumarle la humillación de sentirse violado e indefenso a manos de aquella rubia de ojos azules.

Aquella rubia llevaba horas chupándole la polla y ya no era nada agradable. Se había corrido mínimo 15 veces. Ahora, cada vez que se corría experimentaba un punzante dolor en la cabeza. Nunca se había corrido tantas veces y toda su sangre llevaba rato entre sus piernas, se sintió débil y se volvió a correr mientras ella aspiraba su polla con deseo, correrse era doloroso, se mareó y notó dolor mucho dolor... luego el silencio y la oscuridad.

Toni despertó en la misma sala, miró a su alrededor y se alivió por encontrarse sólo, se sentía mareado, su cabeza y su polla le dolían horrores. Intentó cubrirse, pero para su sorpresa descubrió que estaba completamente desnudo y en la sala no había rastro de su ropa "maldita zorra".

Se examinó la polla, estaba hinchada y roja, habían zonas que parecían estar en carne viva. Le saltaban las lágrimas sólo con tocarla del dolor que le causaba. Se levantó lentamente y pensó en la mujer que le había echo eso. Nunca hubiera imaginado que fuera tan doloroso ser exprimido durante horas, pero se sentía exhausto y no deseaba repetirlo. Tenía que salir de aquel lugar.

Su corazón se congeló al verla de nuevo aparecer en la sala.

-Hola pequeñín, al parecer te has desmayado antes de acabar contigo- dijo divertida al ver la expresión de horror en la cara de Toni.

-Estaba disfrutando mucho complaciéndote- agregó entre risas mientras Toni retrocedía asustado. Todo su cuerpo temblaba al mirarla.

-No... por... por favor, haré lo que quieras.- consiguió expresar Toni entre sollozos. -No me hagas nada... por favor- agregó temblando.

Raquel disfrutaba mucho con su trabajo, aquel "orfanato" era en realidad una especie de prisión en la que acababan todos los menores problemáticos, todos aquellos que no habían podido ser reinsertados en la sociedad. Toni ya había pasado por todos los correccionales y orfanatos posibles, no había aguantado en ninguna familia de acogida y sólo generaba problemas.

El gobierno había decidido que era el momento de "encerrarlo" en el orfanato. Él todavía no lo sabía pero no saldría con vida de aquel lugar. Ningún hombre salía con vida de aquel lugar.

-No me voy a pasar el día chupándote la polla pequeñín- Toni se sintió aliviado al escuchar esas palabras pero una sensación todavía peor le congeló la sangre al notar la mirada de aquella mujer. Todavía no había acabado con él. -Siéntate- le ordenó con aquella voz sensual y susurrante.

Él acató la orden todavía temblando y se quedó mirando asustado a aquella belleza que lo había llevado hasta su límite sexual. Ella se acercó lentamente, contoneando sus curvas y desabrochándose los botones de la bata. Toni sintió dolor cuando su polla reaccionó a los estímulos y empezó a crecer. Él no lo podía entender, cómo aquella mujer podía tener tal poder sobre sus reacciones. Su polla no le pertenecía.

Raquel se sentó en la mesa y se abrió de piernas. Toni pudo ver aquel coño insaciable latir de excitación mientras ella se acariciaba con sus propios dedos.

-Ahora te toca a tí darme placer- susurró ella mientras tiraba de la cabeza del muchacho entre sus piernas. Toni intentó evitarlo, pero de nuevo se vio indefenso entre las manos de aquella belleza rubia. Primero olió el aroma de su sexo, luego notó como su nariz se humedecía en contacto con las paredes del sexo femenino y finalmente notó toda su cara empapada contra la rosada piel de aquella rubia de ojos azules.

-Ahora chupa- ordenó ella mientras apretaba con fuerza la cara del muchacho contra su sexo y lo rodeaba con sus piernas, impidiendo que se moviera. Raquel disfrutaba moviendo las caderas y frotando la cara de Toni en su sexo, los orgasmos llegaban uno detrás de otro. Era su trabajo y disfrutaba con él. Sus orgasmos se multiplicaban de intensidad al notar los sollozos y súplicas de Toni, indefenso entre sus piernas mientras ella lo engullía sin compasión.

Toni sentía su cara mojada y aplastada contra aquel coño generoso e insaciable y no podía respirar, a veces lograba tomar una bocanada de aire pero cada vez costaba más, cada vez estaba más "dentro" de ella, notaba como sus labios lo engullían y como la oscuridad se abalanzaba sobre él. No podía respirar... perdió el conocimiento.

Raquel lo abofeteó para despertarlo. Toni miró a su alrededor confundido y una expresión de terror invadió su cara cuando vio a Raquel, totalmente desnuda y de pie sobre él. Tenía un pie a su izquierda y el otro a la derecha, justo en medio de su mirada estaba su ardiente coño, parecía que lo esperaba para comérselo de nuevo. Al verla desnuda, Toni entendió porqué no había podido detener a aquella mujer. Ella era una amazona, una valkyria un ser superior. Su cuerpo no sólo era bello y femenino, tamibén era compacto y firme, atlético y musculado. Él no podía hacer nada contra aquel poder, no podía ganar contra aquella mujer.

-No, por favor- suplicó Toni a la vez que rompía a llorar como un niño. Raquel disfrutó al sentir su poder sobre aquel mocoso llorón. No pudo evitar dibujar una sonrisa cruel y perversa mientras miraba directamente a los ojos de su víctima. Lentamente dobló sus piernas y Toni vio impotente como aquella mujer se sentaba lentamente sobre su cara mientras reía de forma perversa.

Sintió pánico al notarse engullido por aquella mujer de nuevo. No podía respirar y su cara se llenaba de fluidos calientes mientras su captora se follaba su cara y gritaba de placer. Intentó apartarla pero fue imposible, él estaba agotado y vencido y ella continuaba saltando sobre su cara, usándolo para su propio placer. Toni perdió el conocimiento de nuevo cuando los orgasmos de Raquel inundaron su boca, garganta y pulmones.

Al recuperar la consciencia, descubrió que nada había cambiado, ella continuaba sentada sobre su cara, frotando su insaciable sexo contra su faz. Él se sentía agobiado, utilizado, violado y no podía hacer nada. Toda su cara estaba empapada de jugos femeninos. Intentó de nuevo apartar aquella mujer que aplastaba su cabeza contra el suelo y botaba alegre sobre su cara, pero le fue imposible, era incapaz de mover aquella belleza rubia.

Ella disfrutaba al máximo, sus impulsos sexuales la habían llevado en más de una ocasión a torear con grandes problemas. Ahora no tenía que preocuparse por el efecto que sus necesidades sexuales podían causarle, aquel muchacho no iba a causarle problemas, ningún muchacho de los encerrados en aquel lugar le iba a dar problemas. Podía hacer lo que quería con ellos y estaba disfrutando.

Agarró con fuerza la cabeza de Toni por el pelo y tiró con fuerza, hundiendo su cara entre sus piernas. Su excitación aumentó al ver el terror y el miedo en los ojos del chico. Se corrió de nuevo mientras apretaba con fuerza la cabeza del muchacho, tan fuerte apretó que Toni cayó de nuevo inconsciente a causa de la presión ejercida en su cabeza.

Raquel soltó su presa satisfecha, él no lo sabía pero hacía 6 horas y 35 minutos exactamente que había empezado su fin. Aquel lugar estaba repleto de mujeres agresivas, fuertes y sexualmente insaciables. Mujeres que se pasaban el día y la noche torturando, golpeando, humillando, violando, destrozando y... matando a aquellos muchachos sin futuro.

Al despertar la vió sentada, él se encontraba tirado en el suelo, su cuerpo le dolía, su cara sangraba, volvió a temblar de miedo al notar su mirada. Ella fumaba un cigarro tranquila mientras lo miraba con aquellos ojos ardientes y crueles. Toni rompió a llorar.

Raquel lo miró y disfrutó tocándose mientras lo miraba retorcerse en el suelo. -¡Oh! como me pones, quiero sentirte dentro de mi- agregó tras disfrutar de un generoso orgasmo.

Horrorizado, Toni vio como aquella belleza rubia lo agarraba del pelo y lo obligaba a levantarse. Lo aplastó contra una de las paredes y entonces notó lo insignificante e indefenso que era frente a Raquel. Hasta ahora no había tenido la oportunidad de medirse con ella. Era la primera vez que ambos estaban de pie uno frente al otro y Toni tuvo que inclinar la cabeza y levantar la vista para encontrarse con los ardientes ojos de Raquel.

Ella agarró de nuevo los brazos de Toni por las muñecas y los inmovilizó, esta vez sobre su cabeza, también lo rodeó con sus piernas, colocándolo contra la pared a la vez que apretaba su torso contra su cara. Él no pudo hacer nada para evitarlo, estaba bajo el dominio de aquella mujer, ella era más alta, más fuerte, más sexy, más bella y él se sentía totalmente vencido.

Lo obligó a chuparle los pezones durante horas mientras lo aplastaba contra la pared, ella se frotaba agresiva contra su cuerpo, aplastándolo con sus piernas, con sus brazos y con su cuerpo. Raquel disfrutaba mientras los orgasmos la invadían, no se dio cuenta que Toni llevaba un buen rato inconsciente y ahogado entre sus pechos. Se sorprendió al notarlo caer como un saco de patatas al suelo cuando lo liberó de su presión con la intención de follárselo.

Raquel debía tener cuidado, aquel muchacho no llegaba a medio hombre, era demasiado débil y ella lo estaba matando sólo dejándose llevar por su excitación y placer. Decidió que ya era suficiente por hoy y cogiéndolo de un tobillo, lo arrastró desnudo hasta una celda oscura. Allí lo encerró.

-Mañana acabaré contigo- susurró antes de irse.

Continuará...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Increible relato, por favor ni se te ocurra dejar de escribir por favorrrrrrrrrrr

salu2

Anónimo dijo...

que lastima que no estes escribiendo...

Womntop dijo...

Últimamente estoy muy ocupado con otros proyectos. Pronto subiré nuevas historias.