miércoles, 4 de marzo de 2009

Se alquila habitación 2 (Sin salida)

Los días pasan y Manuel es sumiso con sus "amas", así es como ellas quieren que se dirija, todo tiene que finalizar con "ama". Con el tiempo ha aprendido a ser sumiso y hacer todo lo que le ordenan, ya que en caso contrario Karen suele disfrutar mucho atormentándolo y haciéndole mucho daño. Pero Manuel no ha perdido la esperanza, no puede hacer nada contra ella, ya que lo supera físicamente de manera brutal, en cambio, Kate no tiene la misma anatomía.

Kate es una mujer preciosa, con un cuerpo firme pero no tan musculado, Manuel está convencido de que puede someterla y escapar con éxito, sólo tiene que esperar el momento adecuado, seguro que en algún momento Kate quedará sóla en casa y entonces, podrá escapar.

Manuel sonríe mientras la puerta de la sala se abre y entra en acción Karen, desnuda sobre sus zapatos de tacón alto, Karen siempre se presenta igual, piensa Manuel al verla entrar. Ella deja la puerta abierta, le gusta dejar la puerta abierta para que Manuel intente escapar mientras ella lo evita usando su fuerza. -Puedes salir... si puedes- le informó en voz sugerente, no era la primera vez que se le proponía tal situación y nunca había podido traspasar el umbral de la puerta, pero siempre lo intentaba.

Manuel saltó como impulsado por un resorte, rápido y ágil, intentando deslizarse entre las piernas de su captora. Karen sorprendida, cerró las piernas a tiempo, aprisionando a Manuel entre sus poderosos muslos, apretando y gozando de su superioridad. Manuel gritaba debido a los increíbles dolores y calambres que le recorrían el cuerpo, ella continuaba cerrando firmemente sus piernas mientras su excitación aumentaba al ver al hombre pateando, fácilmente dominado.

Las carcajadas de Karen resonaban en la habitación mientras Manuel intentaba separar esos muslos, duros como el acero. Karen cruzó sus tobillos para poder generar más presión, y apretó con más fuerza, aplastando el torso entre sus rodillas y haciendo crugir sus costillas. Él chillaba a causa del tremendo dolor mientras Karen disfrutaba. Finalmente, Karen liberó la presión y Manuel cayó al suelo, jadeando y llorando.

-Patético- escupió ella mientras él se revolvía en el suelo a causa del dolor. -Por favor... déjame ir- consiguió decir entre sollozos. La expresión de Karen cambió -¿Acaso te he dado permiso para hablar?- respondió ella furiosa. -¡Sólo hablarás cuando se te indique!- y pateó el cuerpo del chico con fuerza. -y debes agregar siempre "mi ama"-. Otra patada se estrelló en el torso de Manuel. -¿Entendido?- preguntó ella mientras seguía pateando el cuerpecito de su regalo.

-¡Si mi ama!- las palabras salieron entre sus dientes mientras ella continuaba lanzando patadas contra su cuerpo. -Bien mi pequeñín- y las patadas cesaron. -Hoy estaré fuera, con lo que te quedarás a solas con Kate y deberás portarte bien. Si cuando vuelvo, ella me dice que te has portado mal, sufrirás las consecuencias, ¿de acuerdo?-. Finalmente había llegado su oportunidad, tuvo que contenerse para que Karen no viera la sonrisa dibujada en su cara. -Entendido mi ama, seré bueno- respondió él.

Karen lo miró satisfecha y abrió sus piernas, a la vez que con sus manos separaba sus nalgas, mostrando su prieto ano al tembloroso Manuel. -Chupa- agregó divertida y él hundió su lengua entre las carnes de esa negra. Karen disfrutó y Manuel lo notaba, ella se acariciaba el clítoris con sus dedos, alimentando su placer mientras él introducía profundamente su lengua y chupaba su trasero. Así pasaron largos minutos hasta que Karen explotó de placer, los jugos calientes resbalaron por la cara del hombre mientras él seguía acariciando con su lengua el ano de esa mujer.

-Muy bien nene- susurró satisfecha Karen tras disfrutar de su orgasmo y tras esto, salió de la sala, finalizando así el calvario. Manuel agudizó sus sentidos, intentando averiguar lo que sucedía al otro lado de la puerta, esperando el momento en el que Kate estaría sola e indefensa.

Pasaron interminables momentos y los distintos ruidos que oía no le permitían adivinar la situación en la casa, pero finalmente, escuchó el motor del coche arrancar y el ruido de los neumáticos al alejarse por la carretera. "Ya se ha ido" pensó excitado, deseando poner en práctica su plan, someter a Kate y escapar. Ahora sólo tenía que encontrar el modo de salir de la habitación o obligar a que ella entrara.

Ante su sorpresa, la puerta se abrió, y allí estaba Kate, mirándolo con una sonrisa burlona. -Haz todo lo que te ordene o le diré a Karen que has sido muy malo ¿entendido?- agregó ella en tono burlón mientras entraba en la habitación. "Estúpida" pensó él al verla entrar indefensa. -¿quién evitará que te de una paliza y escape, pedazo de puta?- gritó furioso Manuel mientras se abalanzaba contra ella a toda velocidad. -Mis conocimientos en artes marciales y lucha cuerpo a cuerpo- respondió ella lanzando una patada voladora que se estrelló en la sien del chico, quién, a causa del impacto, perdió el equilibrio y se estrelló de bruces contra la pared.

Manuel, incrédulo, se limpió con la mano la sangre que brotaba de su nariz y miró sorprendido a Kate, quién ahora mostraba una posición de combate, con los puños en alto y las piernas flexionadas, preparada para la batalla. -Jajaja ¿que pasa hombretón? ¿no te esperabas esto eh?- Manuel se lanzó de nuevo, esta vez con el puño por delante, directo a su cara, ella bloqueó el puñetazo con su mano izquierda y con el derecho lanzó unos rápidos puñetazos en el abdomen del muchacho, que cayó al suelo sin poder respirar.

Kate se reía de Manuel, quién poco a poco empezó a recuperar el aliento. -Venga chiquitín- y se lanzó de nuevo, lanzando patadas y puñetazos a diestro y siniestro, ella los bloqueaba con gran técnica, evitando que se estrellaran en su cuerpo, a los pocos minutos, Manuel se encontraba agotado, respiraba profundamente, recuperándose del esfuerzo inútil.

-Jajajajaja, que patético eres- agregó ella entre risas -Besa mis pies y no serás castigado- ordenó excitada. -Jódete zorra, seguro que puedo contigo- gritó él recuperándose del esfuerzo. Los ojos de Kate se llenaron de ira -Voy a enseñarte que no puedes, eres demasiado poco hombre para mí- agregó antes de lanzarse con furia contra Manuel.

Una fuerte patada se estrelló contra su cara, obligándolo a moverse hacia su izquierda y seguidamente, el mismo pié lo golpeó de nuevo, pero esta vez en dirección contraria. Kate tenía gran técnica y mejor forma física de la que él creyó en un principio, le estaba lanzando unas patadas demoledoras con el mismo pié, lanzando y recogiendo, lanzando y recogiendo, la pierna siempre se mantenía en el aire mientras pateaba su cara, lanzó varias patadas y luego una doble, lanzando primero la pierna derecha y finalizando con la izquierda, girando completamente su cuerpo y mientras él caía a su izquierda a causa de los golpes, ella lanzó un gancho de izquierdas que se estrelló fuertemente en su cara, evitando que el cuerpo cayera al suelo.

Manuel se tambaleaba de un lado a otro, los golpes no cesaban nunca, primero derecha, luego izquierda y así sucesivamente. Los puños de Kate eran rápidos y potentes, Manuel no podía evitar la paliza mientras Kate disfrutaba golpeándolo. Finalmente cayó inconsciente bajo una lluvia de poderosos golpes.

Recuperó la consciencia en el mismo lugar, su cuerpo ardía por los golpes recibidos. Miró a su alrededor y pudo observar que Kate seguía allí, en la habitación esperando.

-¿Eres muy débil sabes?- dijo ella cuando percibió que Manuel se había despertado. -Levántate y pelea como un hombre-

Se levantó con dificultad a la vez que se limpiaba la sangre que brotaba de su nariz. Kate volvió a su posición de combate, con los puños en alto y las piernas flexionadas, Manuel hizo lo propio y también se colocó en posición de combate, esta vez no subestimaría a su adversaria.

Esta vez fue Kate quién atacó primero lanzando una patada directa a la cara de Manuel, él pudo bloquear el golpe pero antes de poder reaccionar, una serie de directos de izquierda se estrellaron contra su cara seguidos de un demoledor y potente puñetazo con la derecha que lo hizo caer de nuevo al suelo. Kate aprovechó la situación para patear el cuerpo de Manuel, que rodó por la habitación de un lado a otro mientras las patadas golpeaban repetidamente sus costillas.

Manuel se revolvió sobre su cuerpo, golpeando las piernas de Kate, consiguiendo que perdiera el equilibrio y cayese al suelo junto a él, entonces saltó sobre ella con la intención de inmovilizarla pero Kate escondía más fuerza de lo calculado, ambos cuerpos rodaron por el suelo mientras luchaban por obtener el control. Finalmente Manuel consiguió mantenerse sobre el cuerpo de Kate y con mucho más esfuerzo de lo imaginado consiguió inmovilizar los brazos de la rubia contra el suelo.

-Ya te tengo zorra- exclamó Manuel feliz por haber conseguido el control. -¿Seguro?- respondió ella mientras sus ojos se llenaban de ira. Empezó entonces a sacudir su cuerpo con energía, haciendo que el cuerpo de Manuel se desplazara hacia delante y obligándolo a aumentar su fuerza para mantener el dominio. Luego con un movimiento rápido y enérgico levantó sus piernas, pasándolas por los costados del chico y deslizó sus tobillos por sus axilas, entonces estiró con fuerza sus piernas haciendo que el cuerpo de Manuel se doblara hacia atrás y acabara cayendo de espaldas entre sus piernas, liberándose así del dominio.

Kate hizo rodar su cuerpo, manteniendo a su contrincante agarrado entre sus piernas, ahora estaba ella sobre el cuerpo de Manuel y deslizaba su cuerpo para aumentar el agarre de sus piernas, consiguiendo que la parte superior de Manuel quedara inmóvil entre sus piernas. Manuel estaba derrotado, ella aprovechó su posición para azotar el desprotegido culo del macho. Manuel no podía hacer nada, sus brazos se movían inutilmente sobre su cabeza y sus lágrimas y gritos de clemencia no servían para nada.

-Ábrete de piernas- ordenó la chica mientras lo azotaba. -No, por favvvor, déjame ir-. Kate azotó con más fuerza el culo de su víctima mientras repetía su orden. Al final Manuel acató la orden y abrió sus piernas, separando sus glúteos y mostrando el desprotegido ojete.

Kate introfujo el dedo índice en el agujero, causando en Manuel un gran dolor. Los chillidos de dolor retumbaban en las paredes de la habitación mientras Kate removía su dedo agresivamente dentro de su ser. El dolor era terrible y fue en aumento cuando Kate sumó otro dedo a la tortura. Sus piernas se cerraban con fuerza, retorciendo los brazos del chico bajo su potencia. Él sólo chillaba incapaz de liberarse.

La tortura fue en aumento, 3 dedos, 4 dedos, la mano y finalmente el puño entero se introducía violentamente en sus entrañas, hundiéndose hasta lo más profundo mientras Kate gemía de excitación. El dolor aumentó cuando Kate abrió su mano dentro del cuerpo del chico, desgarrando los tejidos y apuñalándolo con sus uñas. -¿Te gusta?- preguntaba irónica mientras la sangre brotaba entre las piernas de Manuel.

Después de destrozarlo de la manera más humillante posible, lo obligó a girarse boca arriba y se sentó sobre su pecho, inmovilizando de nuevo sus doloridos brazos con sus rodillas. Manuel lloraba asustado, indefenso de nuevo entre las piernas de aquella belleza rubia que lo había violado y humillado cómo nunca antes, el dolor era terrible.

-Limpiame la mano con tu asquerosa lengua- ordenó metiendo sus dedos en la boca de Manuel y él cumplió su deseo sin rechistar y se tragó su sangre, su mierda y los restos de tejidos adheridos a las uñas de Kate. Tuvo que lamer, chupar y tragar hasta que a ella le pareció correcto. Luego lo abofeteó durante demasiado tiempo. Manuel acabó sangrando por los poros de la cara.

Cuando Kate salió de la habitación, él todavía seguía llorando en el suelo, sangrando por varias heridas, humillado y derrotado por lo que él creyó su fácil salida.

Al regresar Karen, Kate le explicó que Manuel había intentado escapar y que la había pegado pero que había podido contenerlo y evitar su huida. Karen entró loca de rabia en la habitación con la intención de matar a Manuel.

Continuará...

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