martes, 31 de mayo de 2011

La Diosa y el Gigoló

Un gigoló es contratado por una mujer bella y sensual con la que obtiene la experiencia más intensa de su vida sexual.

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PROHIBIDO PUBLICAR, EDITAR O MODIFICAR SIN EL PERMISO EXPRESO DEL AUTOR. ESTA HISTORIA RELATA DOMINACIÓN FEMENINA Y PUEDE CONTENER VIOLENCIA (GORE) Y SEXO EXPLÍCITO, SI NO ERES MAYOR DE EDAD O NO TE GUSTAN ESTE TIPO DE HISTORIAS, POR FAVOR, NO SIGAS LEYENDO.
AGRADEZCO CRÍTICAS TANTO A LA DIRECCIÓN DE E-MAIL COMO AL BLOG
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Durante todos mis años trabajando de gigoló / chapero / boy /stripper nunca antes había sido contratado por una diosa como aquella.

Lo normal era llegar a casas dónde; gordas, viejas o feas con dinero se abrían de piernas para ser perforadas por mi potencia sexual y mi enorme falo. Mujeres realmente asquerosas, incapaces de obtener sexo sin pagar.

Aquella mujer no era vieja ni gorda ni fea, sino todo lo contrario, una mujer de unos 30 años, alta, de curvas sensuales y cara angelical. No tuve que hacer trabajar mi imaginación para que mi polla creciera excitada. Sólo tenía que mirarla.

No hubieron palabras. La mujer me permitió pasar en la habitación y, una vez dentro, me desnudó lentamente y acarició mi musculado cuerpo entre gemidos de placer mientras se mordía sensualmente los labios.

Sus manos acariciaron mi piel y palparon mi cuerpo. Sus dedos se cerraban con deseo sobre mis músculos. Chupó mis pezones y se apretó contra mi cuerpo.

Me agarró de la nuca y me llevó a su boca, con los tacones era algo más alta que yo, noté como su lengua se introducía decidida mientras con su mano acariciaba mi polla. Me mantuvo así un buen rato, hundiendo su lengua en mi boca, saboreando mi ser mientras con sus dedos acariciaba mi polla.

Empujó de mis hombros y me sentó en la cama con la polla firme, se arrodilló entre mis piernas y, lentamente fue besando y lamiendo mi polla hasta que, finalmente, la introdujo en su sabrosa boca y la chupó con experiencia. Instintivamente la agarré del pelo pero ella me apartó las manos impidiendo que la tocara.

Chupó hasta que llegué al límite y, antes de correrme, se detuvo y apretó mi polla entre sus dedos, frustrando mi orgasmo. Me miró y se rió antes de volver a introducir mi polla entre sus labios y repetir el proceso.

Estuvo un buen rato chupando mi polla y llevándome al límite, se detenía antes de que llegara al orgasmo. Aquello la divertía, controlar mi eyaculación la excitaba pero a mi ya me empezaban a doler los huevos. Lo notó en mis ojos ya que detuvo sus mamadas.

Me empujó levemente de nuevo, tumbándome en la cama boca arriba y gateó sobre mi cuerpo hasta sentarse en mi pecho. Entonces empezó a desnudarse lenta y sensualmente. Primero se quitó la blusa y liberó sus preciosos pechos del sujetador. Las tetas parecieron saltar de alegría al ser liberadas de su mazmorras y pude ver los pezones, grandes y duros, excitados.

Luego se puso de pié (colocando sus pies al lado de mi cabeza) y se liberó de la falda y las bragas, dejando ante mi la visión de su cuerpo desnudo. Volvió a sentarse sobre mi pecho y empezó a acariciar su cuerpo y sus pechos mientras jadeaba de placer. Estaba muy buena, no se porqué pagaba, podía tener a cualquiera en cualquier discoteca.

Mis manos sintieron el impulso de agarrar aquellas tetas y frotar aquel cuerpo pero la mujer, agresiva, me agarró de las muñecas y colocó mis brazos bajo sus rodillas. Una vez inmóvil continuó acariciando su cuerpo de diosa mientras mi excitación crecía exponencialmente.

Quería tocar aquel cuerpo con mis manos, quería hundir mi polla en aquel culo precioso, quería lamer y chupar sus sabrosos pezones, quería tomarla y poseerla salvajemente pero no podía salir de debajo suyo y mis brazos estaban bien sujetos bajo su control.

Sus manos ya habían dejado de deslizarse por su cuerpo y habían encontrado algo con lo que jugar. Su mano derecha acariciaba sus pechos y pezones, mientras los dedos de la mano izquierda se abrían camino entre las rosadas paredes de su sexualidad. Todo ello sensual, erótico y lento. La lengua humedecía sus labios y sus ojos me miraban ardiendo.

Deslizó sus caderas y me acercó su sexo a la boca, pude olerlo y notarlo, saqué mi lengua con la intención de lamer y saborear aquel coñito precioso pero entonces lo apartó un poco más, levanté la cabeza para llegar a él pero, de nuevo, lo alejó de mí con una sonrisa en la cara.

Podía ver su coño a pocos centímetros de mi boca y deseaba saborearlo, pero ella jugaba conmigo alejándolo de mí cada vez que intentaba lamerle el coño. Me sentía frustrado y estaba ansioso por poder follar a aquella mujer, tan cercana y a la vez tan intocable.

Aquella mujer había despertado el deseo en mí e intenté tomar el control, apartarla de encima mio y penetrarla con furia, follármela y descargar dentro de ella... no pude apartarla de encima, creo... que ni tan solo se dio cuenta de mis intenciones, continuó masturbándose a pocos centímetros de mi boca alimentando así mi deseo de tomarla.

Momentos después sus ojos se cerraron, su cuerpo tembló y múltiples orgasmos recorrieron su cuerpo generando olas de placer, yo miraba aquello encendido pero incapaz de tomar partido.

Se llevó sus húmedos dedos a la boca y limpió sus dedos con pasión mientras me miraba fijamente con los ojos entrecerrados. Mi polla temblaba impaciente por penetrarla mientras su olor invadía mis sentidos.

Giró su cuerpo, colocándose de cara a mi pies, en posición de 69. Me alegré enormemente al poder ver aquel sabroso, dilatado y húmedo coño presentarse abierto ante mi boca.

Saqué la lengua y estiré el cuello para poder llegar a saborear aquella excitante mujer. Podía oler su aroma y notar el calor que su sexo desprendía pero, de pronto, cerró las piernas y mi cabeza quedó prieta contra sus muslos, inmóvil a pocos centímetros de lo que se estaba convirtiendo en una obsesión.

Usé mis manos para abrir aquellas piernas que aplastaban dolorosamente mi cabeza sin éxito. Podía notar, bajo aquella piel suave y tersa, unos músculos duros y potentes contra los que con mis brazos no podían luchar.

Agarró mis muñecas y llevó mis brazos contra mis costados, inmovilizándolos de nuevo bajo su control. Luché para liberarme pero ella estaba en mejor posición para someterme bajo su cuerpo.

-Estate quieto putita- me dijo antes de aumentar la presión en sus muslos y aplastar dolorosamente mi cabeza con ellos. No pude hacer nada para aliviar el dolor ya que sus dedos continuaban clavándose en mis muñecas, inmovilizando mis brazos en mis costados mientras sus piernas me robaban el aire..

Me sentí aliviado cuando liberó su presión y mis pulmones pudieron llenarse de nuevo con oxígeno.

-Suéltame- le ordené balbuceando cuando hube recuperado el aliento.

-No- contestó seca y autoritaria.

-Eres mi putita y te voy a follar todo el rato que quiera- agregó antes de introducir de nuevo mi polla entre sus labios carnosos.

No pude evitar soltar un gemido de placer al notar aquella lengua recorriendo mi piel. Mi cabeza seguía sujeta entre sus muslos y podía ver su ardiente coño palpitar a pocos centímetros de mi boca. Su aroma era intoxicante y perturbador. El placer inundaba mi cuerpo mientras aquella experimentada mujer chupaba y lamía mi polla con gran maestría.

El placer aumentaba y notaba como el orgasmo inundaba mi ser. Mi piel temblaba, listo para eyacular litros de leche. Mis glándulas se abrían listas para liberar mi esperma con fuerza. Cerré los ojos, listo para disfrutar de una buena corrida en la boca de aquella diosa.

Lo notaba llegar y ella también. Tensó su cuerpo y sus muslos se cerraron de nuevo con fuerza alrededor de mi cabeza, aplastando mi cráneo e impidiendo que mis pulmones recibieran aire a la vez que sus dientes se clavaban en mi polla impidiendo la eyaculación.

El placer que hace pocos segundos inundaba mi cuerpo se había convertido en un gran dolor. Tuve que tensar mi cuerpo y forzar mis músculos para contrarrestar su presión y no acabar destrozado entre sus piernas mientras intentaba, sin éxito, respirar y liberarme de aquella tortura.

Segundos más tarde, relajó su cuerpo y pude, por fin, respirar. Me sentía mareado y falto de oxigeno. Tomé grandes bocanadas de aire mientras ella se reía a carcajadas.

-¿Te gustaría correrte en mi boca verdad putita?- me preguntó tras liberar mi polla de entre sus dientes.
Me sentía cansado, excitado y dolorido. Una mezcla extraña de sentimientos contradictorios me invadía mientras aquella mujer me utilizaba para sus caprichos.

-Me encanta comer pollas, pollas duras y cargadas de leche- dijo antes de lamer lentamente mi glande con la punta de su lengua.

Seguía prisionero de su cuerpo y esclavo de sus deseos. Intenté de nuevo liberarme pero, estaba demasiado cansado para conseguirlo. Revolví mi cuerpo, patelé y le ordené me soltara con el aliento que me quedaba pero sólo conseguí que la mujer tensara de nuevo su cuerpo. Noté como sus dedos se clavaban en mis muñecas mientras sus muslos se apretaban con fuerza aplastando mi cabeza e impidiendo el paso del aire.

Sentía como mi ego masculino desaparecía bajo aquella humillación. Tenía sobre mi a la mujer más bella con la que me había acostado jamás y era incapaz de disfrutar de aquello. Me sentía utilizado, violado por aquella belleza que me agobiaba y me excitaba hasta límites jamas conocidos.

Introdujo mi polla en la boca y la chupó con energía mientras continuaba estrangulándome entre sus piernas.

Relajó la presión justo antes de que perdiera la conciencia. Sus labios continuaron deslizándose por mi polla alimentando mi excitación y la cantidad de semen de mis huevos.

Vencido, me descubrí a mi mismo llorando y suplicando clemencia a aquella mujer, mientras ella, continuaba disfrutando chupando mi polla y apretándome contra su cuerpo..

-Por favor, basta- supliqué entre lágrimas.

-¡Oh! mi putita está llorando ¿te duele algo putita? ¿demasiada mujer para tan poco putita?- preguntó entre mamada y mamada pero no se detuvo. Continuó disfrutando de mi sexo. Chupando, lamiendo y besando mientras me mantenía bajo su poder.

Mis súplicas no cesaron pero ella las ignoró y aumentó el ritmo con el que disfrutaba de mi sexo mientras yo hacía los mismo con el volumen de mis quejidos.

-¡Calla y chupa!- gritó la mujer a la vez que me liberaba y se abría de piernas ante mi cara, sus ojos me miraban llenos de odio. Durante unos segundos pensé que la humillación y el dolor habían acabado y que ya podía disfrutar de aquello. Usé mis manos para separar su nalgas, saqué la lengua y me preparé para saborear aquel coñito que olía tan bien.

La mujer se sentó de repente sobre mi cara, hundiendo mi lengua en su agujero del culo a la vez que inmovilizaba mis brazos, de nuevo, bajo su cuerpo.

-Chupa, besa y limpialo todo bien con tu lengua- me ordenó una vez recuperó el control de la situación, pero yo no tenía intención de rebajarme más. Aquello había acabado.

-Ahora verás zorra!- grité entre sus nalgas (no se si lo oyó).

Decidido y enfadado, usé todas mis fuerzas para apartar a aquella mujer y terminar con aquella humillación Casi lo había conseguido cuando, de repente, un dolor agudo en mi escroto recorrió mi cuerpo y me hizo gritar como nunca.

Estaba aplastando mis pelotas con sus manos, generando un dolor increíble.

-Besa mi culo o te arranco los huevos- sus ojos, ardientes me miraban por encima de su hombro mientras sus manos se cerraban sobre mi escroto y sus uñas desgarraban mi piel.

Besé su culo, lo llené de besos mientras mis lágrimas mojaban mis mejillas.

-Muy bien putita-

Yo continue besando con ansia aquel culo mientras ella continuaba aplastando mis huevos.

-Ahora lame, mete tu lengua profundamente en mi ano y lame, limpia y chupa- ordenó a la vez que disminuía su presión sobre mi escroto.

Respiré y recuperé fuerzas. Aquello no me gustaba, me sentía violado y humillado por aquella mujer contra la que no podía vencer. Reuní valor y me planté.

-No pienso hacerlo, ¡suéltame ya! No conseguirás que siga cumpliendo tus deseos- contesté en un tono autoritario.

-¡¿Ah no!? ¿ya veremos?- respondió antes de aumentar la presión en mi escroto. Ambas manos se cerraban con fuerza, aplastando mi sexo entre sus dedos.

-Hunde tu lengua en mi culo si no quieres quedarte sin huevos!- ordenó aquella mujer mientras el dolor recorría mi cuerpo.

Incapaz de soportar tanto dolor, acaté sus deseos y hundí mi lengua en aquel ano y chupé, lamí, besé y limpié cada milímetro de su culo con mi lengua.

Ella gimió y disfrutó y, lentamente fue abriendo sus manos y liberándome de aquel dolor.

-Muy bien putita, sique así no pares... Mhhh. Más profundo, si... sigue...oh! muy bien ¿te gusta como sabe mi mierda? jajaja. No pares chupa oh si!.-

No paré de lamer aquel culo. Mi lengua se introducía profundamente y lamía con ganas aquel culo redondo y duro mientras la mujer se aceleraba cada vez más, perdida en los placeres carnales.

Poco a poco sus movimientos fueron acelerándose hasta convertirme en el objeto a follar. inmóvil entre sus piernas con la cabeza hundida entre sus nalgas mientras ella se frotaba con furia sobre mi cara. Aquello era agónico y asfixiante.

La humillación y el dolor eran inaguantables pero aumentaron varios niveles cuando agregó mi polla en su boca a la tortura recibida.

Chupaba mi polla con ansia y experiencia, impidiendo en todo momento que eyaculara. Manteniéndome siempre en un estado de ansiedad en el que nunca antes había estado.

- Ahora voy a follarte putita- me dijo antes de recolocar su cuerpo sobre el mio. Intenté evitarlo pero tan débil y cansado no pude evitar ser dominado de nuevo por aquella mujer. Sus dedos se clavaron de nuevo en mis muñecas y cruzó mis brazos sobre mi cabeza.

Rodeó mi polla con su coño y dejó que se deslizara hasta el final. Repitió el proceso lentamente, mirándome fijamente a los ojos con una sonrisa en los labios. Lentamente fue acelerando el ritmo hasta que cerró los ojos y me montó con ganas.

Tardé poco en explotar y soltar toda mi reprimida leche dentro de aquella mujer. Fue el orgasmo más grande y potente que nunca en mi vida había tenido. Ella continuó galopando con furia sobre mi cuerpo, asegurándose de ordeñar hasta la última gota de mi ser mientras, exhausto, me recuperaba mareado entre sus muslos.

-Muy bien putita. Suéltalo todo- dijo la mujer mientras bombeaba sobre mi cuerpo. Luego me presentó frente a la cara su coño dilatado y empapado en mi leche.

-Ahora chupa puta. Quiero que lo dejes todo limpio. Trágalo todo- agregó antes de sentarse sobre mi cara, aplastando su sexo en mi boca a la vez que colocaba mis brazos, de nuevo, inmóviles bajo sus rodillas.

Yo no pensaba tragar aquello, de ninguna manera iba a dejar que aquella mujer me humillara más pero, de nuevo, estaba indefenso bajo su control y no pude hacer nada para evitar que aplastara mi cara contra su sexo bañado en litros de jugos.

Me agarró del pelo y apretó mi cara con fuerza entre sus piernas mientras sus carcajadas resonaban en la habitación. -Así me gusta putita, saca la lengua, chupa y traga- agregó en tono agresivo. -ohhhh... que bien-.

Nuestros jugos sexuales rellenaron rápidamente todos mis orificios y me sentí obligado a chupar y tragar para poder respirar. No hubo opción para luchar ni posibilidad de evitarlo. Si quería respirar, tenía que tragar.

Pasé un buen rato, luchando por respirar bajo aquella mujer mientras lamía y tragaba sin descanso. Podía escuchar sus jadeos y gemidos mientras frotaba excitada su vagina contra mi cara. Momentos antes luchaba por poder lamer aquel coño y, ahora luchaba por alejarme de él.

No podía respirar y me encontraba exhausto. Noté como todo su cuerpo se tensaba y temblaba, como sus manos apretaban con fuerza mi cabeza contra su coño y como sus jugos rellenaban mi boca y se deslizaban por mi garganta.

Tuve que continuar chupando y lamiendo varios minutos antes de que me liberara de aquella violación a la que estaba siendo sometido. Si, aquella era la palabra, me sentía violado por aquella mujer.

La oí andar y encerrarse en el baño. Me sentía vacío y exhausto. Nunca antes me había sentido tan cansado, destrozado y apalizado en mi vida.

Poco a poco fui recuperando la fuerza y me incorporé en aquella cama, que había cogido mi forma. Las mantas estaban pegadas a mi piel a causa del sudor. Con un gran esfuerzo conseguí desmoldarme de aquel colchón y quedarme sentado. Recuperando fuerzas.

La puerta del baño se abrió y apareció de nuevo aquella mujer. Quería matarla, pero estaba tan cansado y asustado que no hice nada. Me quedé allí mirándola.

Mi corazón se aceleró y creí morir al ver aquella polla de goma colgar de entre sus piernas. Sus ojos ardientes me miraban fijamente mientras se acercaba lentamente hacía la cama balanceando aquel pollón entre sus piernas.

-Se que lo quieres.- me dijo al comprobar mi expresión de asombro e incredulidad.

-Pídemelo, dime que quieres que te folle putita. Demuéstrame lo mucho que quieres ser follado por mi gran polla.- agregó entre risas.

Aquello no lo iba a tolerar. Antes estaba en inferioridad pero ahora... Ahora no iba a permitir que aquella mujer me humillara más. Ya no estaba indefenso, ahora podía utilizar mi fuerza para evitarlo.

-Aquí, la única zorra eres tú y no pienso dejar que utilices eso conmigo.- dije tras ponerme de pie. Con la intención de intimidarla.

Aquella mujer avanzó un par de pasos, se agarró la polla y me miró fijamente a los ojos.

-Mejor te arrodilles y la chupes para lubricarla o sino tendré que hundirla seca y sin lubricación en tu culo prieto. ¿Eres virgen putita?-

La ignoré y cogí mis cosas, decidido a salir de allí. Ella estaba en medio de mi camino y no quería apartarse así que la empujé pero, ella me agarró con fuerza de la muñeca, retorció mi brazo en mi espalda y me empujó contra una de las paredes.

Asustado, comprobé que no tenía opción, luché y la golpeé con otro brazo (el libre), pero también lo acabó retorciendo en mi espalda, inmovilizándolo junto al otro.

El temor inundó mi ser al verme de nuevo indefenso a manos de aquella mujer que me mantenía prieto contra una pared y retorcía dolorosamente mis brazos. Yo gritaba y lloraba, totalmente vencido por ella.

-Pídemelo putita- me decía una y otra vez mientras retorcía mis tendones y me causaba un gran dolor.

-Pídeme por favor que te folle por el culo como la puta que eres.- decía una y otra vez mientras aumentaba la presión en mis brazos.

El dolor era tremendo y yo sólo podía llorar y suplicar clemencia a aquella mujer. Acaté sus órdenes y le grite que sí, que sí quería.

-¿Sí qué?- me preguntó la mujer -dímelo-

-SIII, POR FAVOR, FÓLLAME POR EL CULO COMO LA PUTA QUE SOY- grité entre lágrimas mientras notaba como los tendones de mis brazos estallaban bajo su presión.

-Muy bien putita-

Empujó mi cuerpo y me llevó hacia la mesa, manteniendo, en todo momento, mis brazos dolorosamente cruzados en mi espalda. Se colocó entre mis piernas, reubicó mis brazos (para poder tenerlos sujetos con una de sus manos) y, con la mano libre separó mis nalgas y colocó la punta de su polla en mi cerrado y prieto ojete.

-Pídelo por favor de nuevo- me dijo unas vez más.

Yo apreté los dientes y me negué a seguir con aquella humillación. No pensaba darle aquel placer.

Aumentó la presión y retorció un poco más mis brazos, causando un gran dolor. Grité como un loco mientras las lágrimas de dolor inundaban mi cara.

-No te he oido- agregó mientras aumentaba la presión.

-SIII, POR FAVOR, FOLLAME EL CULO, QUIERO SENTIR TU POLLA DENTRO DE MI!.

La mujer se rio y disfrutó de mi humillación mientras su polla se abría camino hacía las zonas más inexploradas y vírgenes de mi cuerpo. Noté como mi culo se dilataba dolorosamente y como, lentamente, iba destrozando mi ser.

Introdujo la polla hasta el final y luego la retiró también lentamente. Repitió el proceso, aumentando el ritmo poco a poco hasta llegar a sentirme follado por un toro.

No se cuanto tiempo pasó pero para mi fueron horas. Un interminable dolor, solamente superado por la humillación de ser violado por una mujer con cuerpo de diosa.

Retiró aquella polla de mi culo y sentí un gran alivio al pensar que todo había acabado.

-Ahora te voy a regalar la experiencia más orgásmica de tu vida- me dijo antes de introducir uno de sus dedos por mi ojete y jugar con mi punto G.

El orgasmo fue tan poderoso que perdí el conocimiento allí mismo. No se cuanto tiempo estuve inconsciente pero al despertar ya estaba sólo. La mujer se había ido sin pagar (ni a mí, ni al hotel). Tampoco pagó el médico ni la operación para reparar los daños sufridos en mi cuerpo...

Pero yo si pagaría por repetir los mejores orgasmos de mi vida con aquella diosa.

FIN

jueves, 19 de mayo de 2011

Las "mejores" - Introducción

Relato en el que se explica el mundo de las mejores y el porqué de su existencia.

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En el siglo XXII, más del 50% de las mujeres morían a manos de sus maridos, novios, amantes, etc. La violencia machista se había convertido en una realidad global y peligrosa mientras las autoridades se veían impotentes para solucionar el problema.

Socialmente, utilizar la violencia física contra otra persona (hombre o mujer) se había convertido en un comportamiento normal, los hombres, por su constitución más fuerte, abusaban de las mujeres física y sexualmente. El mundo vivía bajo la ley del más fuerte y para denunciar a alguien de abusos, hacían falta pruebas en las que se pudiera ver al acusado abusando del denunciante (algo casi imposible).

En el año 2105, algunas asociaciones de mujeres se asociaron y crearon la “AMPM” (Asociación para Mejorar la Potencia de la Mujer). La idea inicial era buscar una manera de conseguir aumentar la fuerza física de las mujeres para equipararla a la de los hombres y rebajar así los índices de muertes femeninas, creando un mundo mejor y seguro para ambos sexos.

La “AMPM” consiguió superar, a medias, sus expectativas al crear “SDF-Y”, un tratamiento exclusivo para féminas capaz de aumentar el tamaño y la fuerza de la consumidora. Dicho tratamiento tenía que ser aplicado en niñas y repetido anualmente hasta la adolescencia y ofrecía como resultado una mejora en el desarrollo físico del cuerpo femenino, pero... tenía efectos secundarios.

Aquellas jóvenes tratadas con “SDF-Y” duplicaban su masa y peso (con respecto a las que no eran tratadas), consiguiendo físicos superiores a los del hombre (en todos los aspectos). Más grandes, más altas, más fuertes, más duras, más rápidas... más casi de todo...

No todo era perfecto y positivo en un cuerpo tratado con “SDF-Y”, el tratamiento tenía sus PROS y sus CONTRAS.

Básicamente, el tratamiento redirigía la energía del cuerpo en el momento del desarrollo sexual hacia otras partes, haciendo que se desarrollaran más o menos (en función de las necesidades). Casi toda la energía que un cuerpo de mujer destinaba a la creación de su parte sexual, era redirigida para la mejora física (el cuerpo femenino dedica mucha energía a tal propósito). Ello hacía que las mujeres tratadas con “SDF-Y”, aunque tuvieran sexo, fuesen estériles e incapaces de engendrar vida (esa parte de su cuerpo “él útero” no funciona al no estar desarrollada por completo).

Físicamente: sus cromosomas son femeninos, su cuerpo genera hormonas femeninas y tienen cuerpo de mujer pero, no pueden funcionar como mujeres y no pueden tener hijos (ni sufren el periodo).

Psicologicamente: Son más agresivas y violentas (incluso que los hombres), se sienten rechazadas, desplazadas y perseguidas, sienten envidia de las mujeres por su capacidad de parir y odio hacia los hombres porqué ellos son la causa de sus problemas. La mayoría de psiquiatras coinciden al afirmar que están desequilibradas y que son peligrosas aunque su inteligencia es mayor a la media.

Sexualmente: Todo y que, sus órganos sexuales no están desarrollados del todo, su lívido es superior al de los hombres y tienen una vida sexual muy activa. Son bisexuales y dominantes. Disfrutan usando juguetes y humillando a hombres y mujeres bajo su superioridad física y sexual (aunque realmente no funciona, tienen una potencia muscular capaz de generar grandes presiones sólo con los músculos de su vagina).

No se consideran mujeres, no se consideran hombres. Se consideran mejores que ambos.

La “AMPM” orgullosa de su creación, bautizó al tratamiento como “La mejora” y las niñas tratadas pasaron a llamarse “mejores”, no hizo públicos los “defectos” encontrados ni consiguieron mejorar la fórmula. En el año 2180, la revolución había empezado y ahora, las mujeres, estarían más tranquilas. Las “mejores” protegían a las mujeres y las agresiones machistas disminuyeron.

Años más tarde, sólo el 1% de las mujeres moría bajo la violencia machista y la “AMPM” difundía orgullosa los números mientras escondía la otra verdad. La de las muertes a manos de una mejor.

El 50% de los hombres y el 40% de las mujeres morían a manos de mejores mientras la AMPM miraba hacia otro lado y se enriquecía por las ventas de su producto estrella: “La mejora” o “SDF-Y”.
En pocos años la “AMPM” se había convertido en la empresa más importante y poderosa del mundo, tenía el poder de la prensa y de algunos partidos políticos y países.

Por su constitución y resistencia, las mejores fueron ocupando los puestos de los hombres en la sociedad. También los desbancaron en los deportes y se tuvo que crear una categoría nueva para ellas ya que eran muy superiores a los hombres para competir en su misma categoría.

Policía, ejército, construcción, seguridad, etc... poco a poco las mejores fueron “invadiendo” la sociedad bajo el control de las mujeres (AMPM) mientras el ego masculino era pisoteado.

Años después, las mejores acabaron introduciéndose y tomando el control de la AMPM, haciéndose así dueñas de su futuro.

Un día de 2209, las mejores se unieron y crearon su propio grupo político EMP (El Mejor Partido). Durante años, se había estado aplicando aquel tratamiento a millones de niñas y, según el censo, en los países desarrollados, las mejores existían en un porcentaje alto (10~30%) y, al no sentirse parte de la sociedad, todas las mejores votaron a EMP.

En aquella época, los hombres (asustados ante el poder que las mejores estaban obteniendo) también trabajaron para crear algún producto capaz de volver a situarlos allí dónde debían estar: por encima de ellas (normales o mejores). Basaron sus investigaciones en modificar el “SDF-Y” y adaptarlo al cuerpo masculino pero el “SDF-Y” no podía ser adaptado para funcionar en un cuerpo masculino ya que requería del cromosoma “Y” (inexistente en un cuerpo de hombre).

Desecharon la idea de usar “SDF-Y” e iniciaron de cero sus investigaciones pero no tuvieron el tiempo necesario para poder desarrolar un suero para “mejorar” a los hombres.

EMP se hizo con el poder (incluso la mayoría absoluta) en algunos países y modificó los roles sociales. El discurso político era el siguiente: Ellas no estaban para proteger a mujeres y hombres, no eran una herramienta ni un arma a ser utilizada por hombres y mujeres. Ellas eran el sexo dominante, ellas tenían la fuerza y el físico mejorado. Ellas eran mejores y superiores a los otros 2 sexos. Hombres y mujeres eran inferiores y estaban un paso atrás en la evolución. Ellas debían dominar el mundo y ser el sexo fuerte. Los hombres y las mujeres si que eran objetos a usar, juguetes sexuales con los que disfrutar. Las mujeres eran herramientas a utilizar para la reproducción de la especie, los hombres ni eso. De los hombres sólo su semen era necesario y podían ser eliminados de la sociedad si no eran productivos.

A los hombres les costaba más someterse bajo la dominación de las mejores. Ellos eran los grandes perdedores en el cambio social, las mejores disfrutaban dominando, humillando, violando y matando a los hombres frente a las mujeres, algunas incluso practicaban el canibalismo y eran capaces de comerse el sexo del hombre con él en vida, demostrando así su superioridad y poder. Mostrando ante la mujer la debilidad del macho, su impotencia. Las mejores querían sustituir a los hombres, querían dominarlo todo.

Penetraban a las mujeres durante horas con enormes falos, provocando que sus coños se dilataran tanto que la penetración masculina no les generaba ninguna sensación. Las mujeres necesitaban a las mejores para sentir placer sexual. Las pollas de los hombres pasaron a ser pequeñas e inútiles para la mayoría de mujeres. Las mujeres preferían tener sexo con mejores que con hombres (ya que sólo con ellas gozaban de orgasmos y de sensaciones, sólo con ellas podían ser madres, algunas empezaron a olvidar para qué servían los hombres).

Se inició una guerra abierta entre hombres y mejores. Las mujeres se repartían en ambos bandos mientras el odio y la violencia crecía en los países “mejores” (aquellos dominados bajo un régimen “mejor”).

Finalmente, las mejores dominaron los países desarrollados y persiguieron y capturaron a todos los hombres y mujeres libres. Ahora ya no tenían derechos en aquellos países dónde la EMP gobernaba. Ellas (mejores) no tenían la posibilidad de reproducirse, pero podían usar a los hombres y las mujeres para la creación de nuevas mejores.

En 2250, El mundo (entero) pasó a ser controlado por las mejores y, tanto hombres como mujeres, pasaron a ser “objetos” o “herramientas”, simples mascotas y/o esclavos que las mejores usaban para sus fines. La institución de la familia y la voda como ahora la conocemos había desaparecido y se crearon “granjas” para la reproducción de la especie. La vida de los “normales” no tenía más valor que la de un perro y podían comprarse en tiendas de mascotas.

Granjas controladas por mejores dónde los hombres y las mujeres eran violados y humillados 24 horas al día. Las mejores controlaban ambos sexos gracias a su supremacía física. Ordeñaban la leche de los hombres y la introducían en las mujeres para preñarlas y crear más “normales” (así llamaban a los hombres y mujeres) o “mejores” que eran niñas tratadas, ellas.

Vivían como reinas en un mundo en el que, hombres y mujeres, acataban sus órdenes y cumplían sus deseos, convertidos en esclavos. Las leyes antiguas ya no se aplicaban. Ahora en el mundo sólo estaban ellas, y los “normales” podían ser comprados y eliminados como ganado.

Existía un movimiento de rebelión, dónde los normales (hombres y mujeres) luchaban para vencer a las mejores y volver a tomar el control del mundo. El movimiento estaba formado mayormente por hombres, hombres ansiosos por recuperar su estatus dominante.

La rebelión se globalizó y ambos bandos lucharon por obtener la supremacía mundial (La rebelión y la EMP). Hubo bombas y ataques terroristas, murieron mejores, hombres y mujeres. Se destruyeron granjas y se escaparon normales. La rebelión hacía bien su trabajo, estaban mezclados entre la sociedad EMP y era muy difícil desenmascararlos.

En el año 2400, La EMP (El mejor partido), después de sufrir bastantes ataques decidió que el hombre no era necesario y ordenó la captura y el exterminio de todos los hombres sobre la tierra. Serían ordeñados y sacrificados, sólo su semen era necesario. Sería congelado y se controlaría la natalidad de hombres en el planeta, dejando los justos para ser ordeñados y seguir obteniendo el esperma necesario para reproducir la especie.

Durante los años siguientes, los hombres tuvieron que esconderse para sobrevivir. Aquellos que eran capturados eran llevados a las Granjas, dónde se les ordeñaba y trituraba para generar abono y/o alimento.

El mundo se mantuvo bajo el poder de las mejores... ¿o no?